Se siente tirante, áspera o acartonada. Suele presentar descamación o grietas. Necesita hidratación profunda y suavidad.
Brilla con facilidad, especialmente en la zona T (frente, nariz y mentón). Tiene poros dilatados y es propensa al acné o puntos negros. Requiere limpieza profunda y control de sebo.
Combina zonas secas (mejillas) con zonas grasas (zona T). Necesita productos que equilibren y regulen ambas condiciones.
Se irrita fácilmente, presenta enrojecimiento, ardor o picazón con algunos productos. Requiere cuidado suave, calmante y sin ingredientes agresivos.
Equilibrada, sin exceso de grasa ni resequedad. Tiene textura suave y poros poco visibles. Solo necesita mantenimiento y protección.
Pierde elasticidad y firmeza con el tiempo. Puede tener manchas, líneas finas o tono apagado. Necesita productos nutritivos, regeneradores y reafirmantes.